05 octubre 2013

Si todo son contactos... ¡no los pierdas!

El mundo es diminuto, y en nuestro sector más. Lo más habitual es que en cada proyecto al que te incorporas te encuentres con unos cuantos con los que ya habías coincidido antes,  o que te pidan que recomiendes a alguien para algún puesto y cuando llega tu amigo resulta que conoce a medio equipo. Y si tú no conoces a nadie (que ya es raro), espera a la hora de la comida para descubrir que tienes siete amigos en común con varios… y empezaréis a haceros piña entre vosotros.

Esto me lleva a darte dos consejos:
        -  Primero, ten cuidado con lo que dices. Si tienes intención de criticar a alguien fundamenta bien tus argumentos, porque esto es como una gran familia y todo se acaba sabiendo. Los rodajes son muy Gran Hermano, se convive mucho y se vive todo muy intensamente. No es que tengas que ser falso, que en absoluto, pero no busques enemigos porque los encuentras.
    - Y segundo, cuida mucho de tu gente. En todo proyecto va a haber alguien con quien no te apetezca volver a coincidir, y muchos con los que estés deseando volver a encontrarte. Por eso, y porque (especialmente si eres ayudante de dirección) no van a parar de pedirte que recomiendes gente, es fundamental que tengas muy localizados a los tuyos (y ellos a ti). Y para eso tenemos las hojas de equipo.

Las hojas de equipo son esas tablas que a veces prepara Producción y otras nosotros, en las que tenemos los datos de todo el equipo técnico. Sirven sobre todo para citaciones, llamadas y mails de todo tipo, además de para crear los títulos de crédito. Todas las hojas de equipo se parecen mucho, pero cuando las hago yo suelo utilizar ésta:


No tiene mucho misterio: se divide por departamentos, y dentro de cada departamento se especifica el puesto, nombre completo, teléfono y correo electrónico. En función de lo complejo o simple que sea el proyecto, tendremos que añadir o quitar filas (y departamentos). Lo habitual, porque es lo más lógico, es que cada jefe de equipo se traiga a su gente, así que tendrás que preguntarles a ellos los datos de quienes vengan de su parte.

Y cuando la tengas, aunque te dé mucha pereza, pásatela al móvil. A mí me pasó varias veces la de "¡Ayudante de cámara conozco yo a un chico maravilloso! Es un crack y además encantador, pero… tendría que buscar la hoja de equipo… cuando llegue a casa lo miro y te digo, ¿vale?". Esto es MAL. Porque llegas a casa y no encuentras la hoja así que te toca buscarle en Facebook. Y resulta que te acuerdas del proyecto en el que le conociste, de su forma de trabajar  y de que tenía una risa peculiar, pero ni idea de cómo se llamaba. Querías volver a currar con él y te quedas con las ganas. Y él con un curro menos. MAL.

Como de los errores se aprende, yo ahora siempre encuentro el hueco para pasarme los contactos al móvil (y mi agenda está sincronizada con mi ordenador). Lo que hago yo es guardarles con nombre y apellido, y en el apartado de ‘Empresa’ de la agenda, pongo su puesto/departamento y el proyecto. Así cuando tengo que encontrar gente para producción (por ejemplo), basta con buscar ‘Producción’ en mi móvil y me sale toda una lista de opciones.

El equivalente a esto en cuanto a equipo artístico es la hoja de reparto, y también deberías pasártela al móvil. Es un poco más delicada porque los teléfonos y mails de los actores no deben circular libremente y hay que tener cuidado con cómo se tratan esos datos (los de los técnicos también, evidentemente, son datos personales en cualquier caso, pero entendéis a qué me refiero). El aspecto de la hoja de reparto es siempre parecido. Yo suelo utilizar ésta:


O ésta:

Arriba tenemos el número y nombre de personaje (según desglose, numerados por orden de aparición o importancia en guión). Debajo una foto que le identifique (fundamental), y a la derecha/debajo los datos del actor (los mismos que del técnico). A veces se incluye un apartado con las tallas, para vestuario. Yo de esto suelo hacer dos versiones: una con datos personales y otra eliminando esos datos (teléfono y mail), para que sólo tenga el contacto quien realmente lo necesite (dirección, producción… pero no maquinismo, por ejemplo).

En cualquier caso, tanto para técnicos como para actores, conviene tener claro que el mero hecho de tener el teléfono de alguien para citarle no le convierte en tu amigo (aunque más adelante lo seáis), así que intenta no ‘aprovecharte de ello’.

Y una última recomendación: cuando guardes el teléfono de personas famosas, intenta no hacerlo con el nombre completo por el que esa persona es conocida. Guárdalo con algo con lo que le identifiques: apellidos abreviados, diminutivos… pero no por su nombre artístico. A todos nos han robado el móvil alguna vez, y ahorrarás situaciones incómodas a tus contactos.

¡Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario