03 mayo 2016

A RODAR SE APRENDE RODANDO.

El último año de mi vida ha sido un maravilloso no parar, lleno de experiencias de las que he aprendido muchísimo y que me han dejado mil aventuras que compartir con vosotros. Y también he recibido varios correos vuestros, unos cuantos con una pregunta recurrente: ¿qué debería hacer para dedicarme al audiovisual?

Lo cierto es que en este gremio en particular, no existe una fórmula fija. Ni es imprescindible opositar, ni hay un sindicato a la americana, ni ninguna carrera te garantiza que realmente vayas a vivir de esto. Así que es normal que en algún momento te hayan surgido dudas sobre cuál será el mejor camino para dedicarse al audiovisual, porque vías hay muchas, y muy variopintas.

Pues bien, empecemos por una de las poquísimas verdades absolutas en las que creo: a rodar sólo se aprende rodando. Y esto es así, aquí, en Hollywood y en Tombuctú. Rodar, rodar y rodar. Que está genial que estudies, que leas, que te formes… pero rueda, rueda todo lo que puedas. Y dirás, ya, cachonda, ¿pero cómo empiezo? Pues principalmente tienes tres opciones, que no son para nada excluyentes entre sí:
  • La más directa. Apuntarse a trabajar gratis en proyectos pequeñitos para ir aprendiendo a base de hacerlo, y crecer poco a poco. Si no conoces a nadie, hay miles de webs y derivados que te pueden ayudar a encontrar ofertas. Antes estaba CinemaVip y otras webs, y ahora existen principalmente grupos de Facebook y páginas como QuienTV. Te dejo links por aquí.

Y sí, lo sé, he entrado en el fango. Trabajar gratis. ¿Pero por qué? Porque nadie te va a pagar por hacer un trabajo que en realidad, todavía no sabes hacer. Y aunque pueda resultar muy frustrante, el proceso es lógico (y temporal). Un grupo de personas con ilusión se juntan para llevar a cabo un proyecto audiovisual, y poco a poco, van creciendo juntos. A medida que creces, te llevas de la mano a quienes empezaron contigo, porque crees en ellos, y sabes que ellos creyeron en ti desde el principio. Y así la vida: uno empieza a vivir de ello y progresivamente, el resto.

Muchos de los que salimos en esta foto, que tiene AÑOS, seguimos trabajando juntos habitualmente.

También hay que entender que este es un mundo muy jerarquizado y muy competitivo, basado en el trabajo en equipo. Tú sólo no haces nada, pero con un buen equipo puedes ser imparable. Y siempre eres sustituible. Así que tienes que dar el callo cada día para demostrar que tú te mereces estar ahí, luchar por ello, creer en ti. Y comer mierda, mucha, para algún día empezar a recoger las semillas de lo que has sembrado. A veces llega muy pronto, a veces llega después, pero si realmente lo quieres, siempre llega. Piensa que cada vez que entras en un proyecto, hay muchas personas viéndote trabajar en él. Y con que una sola de esas personas te llame para el siguiente, otras tantas te verán trabajar en ese. Y tú a todos ellos. Así se crea la cadena.

Ahora bien, no seas idiota. Una cosa es que trabajes gratis porque estás aprendiendo con ello, y otra que te infravalores a ti mismo aceptando la esclavitud. Ni tanto ni tan calvo.

Y del mismo modo: si te encuentras con un proyecto precioso (o de tu mejor amigo), que con sueldos no sea realizable… allá tú con tu conciencia. Si te lo puedes permitir y crees en ello, no dejes que el dinero apague tu arte. Pero siempre, sé consecuente con tus decisiones.
  • La clásica: estudiar. La carrera, un módulo, o meterte en una escuela de cine. Esto sirve para dos cosas. La primera y más importante es conocer a personas con tus inquietudes y con ganas de hacer cosas. Y la segunda es poder entrar en el mundillo a base de prácticas en empresa. Lo que estudies en sí, te servirá para más de lo que puedas creer en el momento, pero no te va a convertir en un buen profesional, eso lo hará el día a día. 

Aquí corres el riesgo de entrar en bucle del becario eterno, pero si eres bueno, podrás destacar y quedarte. Eso sí, cúrratelo por favor. Entrar de meritorio suele ser una oportunidad del carajo porque como poco, habrás podido vivirte un rodaje de los gordos sin tener demasiada responsabilidad. Así que abre bien los ojos y los oídos, y disfruta del viaje, procurando que no sea a ti a quien tengan que llamar la atención.

Por si te planteas esta opción, aquí te recomiendo escuelas y derivados.
  • El enchufe. Que conozcas a alguien importante que te meta en ello y de ahí, para delante. Ahora bien: los enchufes abren puertas, pero no las mantienen abiertas. Si al final eres un paquete, casi siempre da igual cómo te apellides. Digo casi siempre porque también hay casos de personas que llevan años en la industria, pero siempre les llama sólo esa persona que les metió por primera vez. ¿Años trabajando y sólo te llama uno? Es como para plantearse cosas. Así que si tienes la pedazo de suerte de poder entrar por esta vía, demuestra cuanto antes que te mereces la oportunidad y no des nada por sentado.

En cualquier caso, es cierto que este mundo se basa en contactos: casi nadie te recomienda si no te ha visto trabajar. Yo me incluyo, ¿eh? Es una faena, pero es así. No te llamaría para trabajar si no te he visto hacerlo antes, o alguien de mi confianza te ha visto hacerlo. ¿Porqué? Porque me la juego. Si te meto yo, quiere decir que yo respondo por ti. Y si tú la lías, yo la cago. Ojo que esto funciona igual en ambos sentidos, cuando soy yo quien entra en un proyecto recomendada por otra persona. Sé que va a tener que responder por mi, así que en mi mano está que se lo agradezcan, o que le canten las cuarenta.

A Mario y Carlos les conocí en rodaje, y me los llevaría al fin del mundo.
Y sí, también surgen proyectos sin conocer a nadie. Te enteras de la oferta, envías el currículum y suena la flauta. Pero estoy casi segura de que cuando reciben mi CV, le dan un toque algún conocido suyo que haya trabajado conmigo para preguntar un “¿qué tal Eva?”. Porque al final el mundo es muy pequeño y nunca sabes quién será tu próximo jefe, así que intenta no acabar de malas con nadie, que la vida da muchas vueltas. Y nuestros proyectos son breves e intensos, pero divertidos. Muy divertidos.


Y dicho todo esto… ¿sabes ya qué vas a rodar esta semana?